Lorenzo Silva - El lejano país de los estanques

La policia mallorquina descubre el cuerpo de la suiza Eva Heydrich, colgado del travesaño del techo del salón de la casa donde veraneaba. Todas las pistas apuntan a su amante y dueña de la casa, así que parece un caso sencillo para los investigadores de la Guardía Civil, Ruben Bevilacqua y Virginia Chamorro. Sin embargo, la historia detras de Eva es más turbia de lo que parecía en un principio y les lleva a sumergirse en su pasado y en la noche mallorquina para esclarecer su asesinato.

Desde hace tiempo rondaban en mi casa los libros de Lorenzo Silva, y sabía que a mi familia le fascinaba esta saga de Bevilacqua y Chamorro, y esperaban con ansia cada nueva entrega. Las novelas policíacas o de crímenes no son mis favoritas, pero ante tanto "hype" decidí darle una oportunidad, y no me arrepiento.

En principio, al saber que los protagonistas eran investigadores de la Guardia Civil, me esperaba una novela al más puro estilo "Plinio" de Francisco García Pavón. Policias viejos, resabiados y de pueblo. Pero me equivocaba.

Bevilacqua es un agente experimentado de la capital que mandan a Palma, para que investique el caso de una extranjera asesinada, y que lo haga de incógnito. Al más puro estilo serie americana. Como en un principio es un caso fácil, ya que todo apunta a su amante anciana, le "endosan" a una novata, Chamorro, para que aprenda y coja experiencia.

Los dos, gracias a esta tapadera, se dan cuenta de que no todo es como lo pintaban, y quizás, Regina Bolzano, la amante, no es la asesina, y deben moverse por los ambientes que se movía  Eva: la noche mallorquina, los pubs y las discotecas típicas de los turistas extranjeros.

Aquí es donde te das cuenta de que la obra destaca. No es la típica investigación policiaca, de preguntar puerta por puerta, seguir pistas: Son dos agentes haciéndose pasar por turistas de vacaciones intentando saber que ocurrió con Eva, y si tienen que hacer nudismo, lo hacen, y si se emborrachan, lo hacen.

La novela destaca por su narración, porque te das cuenta que hay algo que no cuadra, pero que de cierta forma, hay cierta conexión entre todos los elementos. El tono irónico con el que se narran ciertos puntos, el descaro de sus personajes, y el cambio de registro de los personajes es único. Un acierto que le da riqueza a la obra.

Sin embargo, la resolución del caso es muy pobre, quizás desafortunada; en mi caso me esperaba algo más después de tanto. Me recuerda, en cierta forma, al final de "Sé lo que están pensando, de John Verdon.

Se nota que es el inicio de una serie de novelas, me ha gustado mucho como inicio, aunque me hubiera gustado un desarrollo del personaje de Virginia Chamorro. Esperemos que según avance la saga, todo mejore. Próximo objetivo: "El Alquimista Impaciente".